Archivo para septiembre 2006

Compañerismo – Rosa.   Leave a comment

 
 
Compañerismo.
 
Compañerismo significa acompañar a alguien en un determinado tiempo de la vida y compartir sus experiencias.
Cuando era chica no tuve la oportunidad de estudiar (una historia que les contaré algún otro día ) y como era una materia pendiente en mí, decidí hacerlo cuando mis hijos terminarán su propia formación, y así lo hice.
Cursé durante cuatro años como alumna regular en un bachiller para adultos.Como en todos los colegios de adultos era una mezcla de edades y todos los que cursábamos allí era por algún motivo, algunos como yo porque teníamos pendiente el estudio, otros para conseguir un mejor empleo, otros para poder defenderse mejor.
Entre ellos tenía un compañero que había sido drogadicto, se había recuperado pero le habían quedado secuelas, no obstante las dificultades que tenía trataba de estudiar, mejorar su calidad de vida, progresar, ser mejor persona. Entre los profesores que estaban preparados para enseñar a adultos y un grupito del que yo era integrante decidimos  ayudarlo, le prestábamos nuestras carpetas, trabajábamos en grupo, le explicábamos con paciencia lo que no entendía.
No solamente estudiábamos, también vendíamos rifas para irnos de viaje de egresados, juntábamos dinero para comprar medicamentos para los que necesitaran, festejábamos los cumpleaños, etc. En los recreos tomábamos mate, hacíamos chistes  y nos organizábamos para cualquier cosa que se presentara. Mi compañero siempre con una sonrisa colaboraba en todo, en los cuatro años que estuvimos juntos jamás le escuché una queja, siempre dispuesto a colaborar, siempre de buen humor, siempre con una sonrisa.
Pasaron los cuatro años y llegó el momento de nuestra graduación, fueron cuatro años maravillosos los que pasé allí , en donde no sólo aprendí química, matemáticas, inglés,  sino también aprendí a no subestimar a mis semejantes, aprendí que no por ser más inteligentes somos mejores personas y que muchísimas veces las personas simples a las cuales no comprendemos pueden enseñarnos mucho si sólo nos tomáramos un segundo para ver la pureza de sus corazones.
El día de nuestra graduacíon tuve el orgullo de llegar como primera escolta de la Bandera Nacional y ser elegida como la mejor compañera, realmente fue muy emocionante acompañar a nuestra Enseña Patria y recibir la medalla por haber sido la mejor compañera de curso, en ese momento me sentí orgullosa por el sacrficio hecho y por las metas logradas que superaban mi espectativas, no sólo por mí sino por mi familia también.
Pero dentro de mí  sentía que estaba en deuda con alguien, ese alguien que me acompañó durante cuatro largos años, todos los días, siempre con alegría. Así que en el medio de mis compañeros, profesores, autoridades del colegio, familiares  y amigos, me saqué la medalla que el director de la escuela acababa de ponerme, me acerqué a ¨mi compañero¨ y se la coloqué a él. Este fue uno de los actos de mi vida que hice de corazón y lo hice porque él lo merecía más que yo, porque me enseñó lo que es la humildad de corazón y porque siempre estuvo incondicionalmente a mi lado. 
Él fue mi mejor compañero.
 
Rosa.
 
 

Publicado septiembre 30, 2006 por rosawrosa en Cuentos...

La salvadora !   Leave a comment

 
 
La salvadora.
 
Querido Diario…Día uno
 Ya estoy preparada para este hermoso crucero.
 Empaqué mis mejores vestidos.
 Estoy excitada!!
 
Querido Diario…Día 2
Estuve todo el día en el mar. Estuvo hermoso, y ví algunos delfines y ballenas. 
Que hermosas vacaciones he empezado!!
Hoy encontré al Capitán y me pareció un lindo hombre.
 
Querido diario…día 3
 Hoy estuve en la pileta. También hice un poco de surf y tiré algunas pelotas (golf) .
 El Capitán me invitó a su mesa para cenar.
 Fue un honor y la pasé maravillosamente.
 Es un hombre muy atractivo y atento.
 
Querido diario…día 4
 Fui al Casino del barco y me fue bárbaro….gane U$ 80.
 El Capitán me invitó a cenar con él en su cuarto.
Tuvimos una lujosa cena con caviar y champagne.
El me preguntó si me quedaba en su cuarto y decliné la invitación.
 Le dije que no quería serle infiel a mi esposo.
 
Querido diario…día 5
Volví a la pileta y me quemé un poco al sol.
Decidí ir al piano bar y pasar allí el resto del día.
El Capitán me vió y me invitó con unos tragos.
Realmente es un hombre encantador. 
Me preguntó otra vez si lo quería visitar esta noche a su cuarto y le dije que no.
Me dijo que si seguía en  esa postura él hundiría el barco.
Yo estaba aterrada.
 
Querido diario…día 6
Hoy salvé 1600 personas…¡
¡¡Dos veces!!!

Publicado septiembre 30, 2006 por rosawrosa en Un poco de humor...

Bosque – Angel González.   Leave a comment

 
 
 

 

Bosque.

 

Cruzas por el crepúsculo.

 El aire tienes que separarlo casi con las manos de tan denso,

de tan impenetrable.

 Andas. No dejan huellas tus pies.

 Cientos de árboles contienen el aliento sobre tu cabeza.

 Un pájaro no sabe que estás allí,

y lanza su silbido largo al otro lado del paisaje.

 El mundo cambia de color: es como el eco del mundo.

 Eco distante que tú estremeces,

traspasando las últimas fronteras de la tarde.

 

Ángel González.

 

 

 

 

Publicado septiembre 30, 2006 por rosawrosa en Poemas.

Música de estrelllas – Nifa Duarte.   Leave a comment

 
 
 

Música de estrellas.

 

Mis sentires van trazando circunstancias,

donde guardo los bellos momentos;

aquellos que habitaron mis adentros

llenando mi vida de contento…

 

Mis sábanas de hilo cubren tus requiebros,

y bajo mi almohada respiran aún tus besos.

Allí entibié mis versos, pulí mis estrofas,

para decorar con ellas tu rincón…

 

Mis sentires van trazando circunstancias

y mi alma de torcaza pone música

al nido que con plumas construí,

donde moran los instantes del ayer…

 

Son momentos imposibles de olvidar,

son sentires que encontraron su lugar,

fuente cristalina donde se retrata

tu silueta y en tus pupilas están las mías…

 

Con aroma de gardenias,

dulzor de mil panales,

suavidad de tibios nidos

y música de estrellas…

 

Ninfa Duarte.

 

 

Publicado septiembre 29, 2006 por rosawrosa en Poemas.

Fantasía de amor.   Leave a comment

 
 
 

Fantasía de amor.

 Mi cuerpo sigue temblando,
mis labios aún adormecidos,
fue una noche mágica: que locura,
cuando amaneció ya no estaba,
se desvaneció como la tenue luz de la habitación.

 Aun escucho sus te amo,
aun siento sus latidos,
aun percibo su silueta: que hermosura,
cuando amaneció ya no estaba,
se desvaneció como la tenue luz de la habitación.

 Me quedan marcados sus dedos
en mi espalda, fuego y deseo,
aun saboreo sus labios: que ternura,
cuando amaneció ya no estaba,

se desvaneció como la tenue luz de la habitación.

 Hoy despierta y más calmada
te llamo y tan solo pido
que despejes esta duda
si este amor fugaz y de locura
fue amor de verdad o fantasía.

 Autor desconocido por mí.

 

 

Publicado septiembre 29, 2006 por rosawrosa en Poemas.

Nocturno de los ángeles – Xavier Villaurrutia.   Leave a comment

 
 
 
Nocturno de los ángeles.  
 
 
Se diría que las calles fluyen dulcemente en la noche.
Las luces no son tan vivas que logren desvelar el secreto,
el secreto que los hombres que van y vienen conocen,
porque todos están en el secreto
y nada se ganaría con partirlo en mil pedazos
si, por el contrario, es tan dulce guardarlo
y compartirlo sólo con la persona elegida.

Si cada uno dijera en un momento dado,
en sólo una palabra, lo que piensa,
las cinco letras del DESEO formarían una enorme cicatriz luminosa,
una constelación más antigua, más viva aún que las otras.
Y esa constelación sería como un ardiente sexo
en el profundo cuerpo de la noche,
o, mejor, como los Gemelos que por vez primera en la vida
se miraran de frente, a los ojos, y se abrazaran ya para siempre.

De pronto el río de la calle se puebla de sedientos seres,
caminan, se detienen, prosiguen.
Cambian miradas, atreven sonrisas,
forman imprevistas parejas…

Hay recodos y bancos de sombra,
orillas de indefinibles formas profundas
y súbitos huecos de luz que ciega
y puertas que ceden a la presión más leve.

El río de la calle queda desierto un instante.
Luego parece remontar de sí mismo
deseoso de volver a empezar.
Queda un momento paralizado, mudo, anhelante
como el corazón entre dos espasmos.

Pero una nueva pulsación, un nuevo latido
arroja al río de la calle nuevos sedientos seres.
Se cruzan, se entrecruzan y suben.
Vuelan a ras de tierra.
Nadan de pie, tan milagrosamente
que nadie se atrevería a decir que no caminan.

¡Son los ángeles!
Han bajado a la tierra
por invisibles escalas.
Vienen del mar, que es el espejo del cielo,
en barcos de humo y sombra,
a fundirse y confundirse con los mortales,
a rendir sus frentes en los muslos de las mujeres,
a dejar que otras manos palpen sus cuerpos febrilmente,
y que otros cuerpos busquen los suyos hasta encontrarlos
como se encuentran al cerrarse los labios de una misma boca,
a fatigar su boca tanto tiempo inactiva,
a poner en libertad sus lenguas de fuego,
a decir las canciones, los juramentos, las malas palabras
en que los hombres concentran el antiguo misterio
de la carne, la sangre y el deseo.
Tienen nombres supuestos, divinamente sencillos.
Se llaman Dick o John, o Marvin o Louis.
En nada sino en la belleza se distinguen de los mortales.
Caminan, se detienen, prosiguen.
Cambian miradas, atreven sonrisas.
Forman imprevistas parejas.

Sonríen maliciosamente al subir en los ascensores de los hoteles
donde aún se practica el vuelo lento y vertical.
En sus cuerpos desnudos hay huellas celestiales;
signos, estrellas y letras azules.
Se dejan caer en las camas, se hunden en las almohadas
que los hacen pensar todavía un momento en las nubes.
Pero cierran los ojos para entregarse mejor a los goces de su encarnación misteriosa,
y, cuando duermen, sueñan no con los ángeles sino con los mortales.

 
 
  Xavier Villaurrutia.

 

Publicado septiembre 29, 2006 por rosawrosa en Poemas.

Aun no estoy preparado para perderte.   Leave a comment

 
                                                                                                                                                                                        Paulo Feitas.
 
 
Aún no estoy preparado para perderte.

Aún no estoy preparado para perderte…
No estoy preparado para que me dejes solo.
Aún no estoy preparado para crecer
y aceptar que es natural,
para reconocer que todo
tiene un principio y tiene un final.
Aún no estoy preparado para no tenerte
y sólo recordarte.
Aún no estoy preparado para no poder oírte
o no poder hablarte,
no estoy preparado para que no me abraces
y para no poder abrazarte.
Aún te necesito
y aun no estoy preparado para caminar
por el mundo preguntándome ¿porqué?
No estoy preparado hoy ni nunca lo estaré.
Te necesito.
 
Autor desconocido por mí.
 

Publicado septiembre 28, 2006 por rosawrosa en Revoltijo...

Más allá de una fatídica noche de invierno.   Leave a comment

 
 

Más allá de una fatídica noche de invierno.

 

Me fui en silencio, con la ilusión dislocada

con esa lágrima que pronto caería y no cayó

y tu “no te quiero” congelado en el corazón.

Me fui tranquilo, sin rumbo alguno

mientras mi corazón se desangraba

y mi sonrisa se alejaba hasta el infinito

como aquella estrella fugaz

la misma a la que le pedimos

que jamás se diluya nuestro reino.

Pero me cuesta tanto aceptarlo

aceptar que mañana estarás tan cerca

y no podré saciar mi sed de amor

convertirte en utopía y resignación

aceptar que nada concreto me separa de ti

aceptar que tres palabras espinosas

son la muralla interminable.

P.D: LAS 3 PALABRAS ESPINOSAS SON: NO TE QUIERO.

Autor desconocido por mí.

 

Publicado septiembre 28, 2006 por rosawrosa en Revoltijo...

Tiempo – Rosa.   Leave a comment

 
 
Tiempo.

 
Lamentablemente vivimos en un mundo en donde sobrevive el más fuerte y el que mejor se adapta. Y digo lamentablemente porque en nuestro afán de superarnos muchas veces dejamos de lado cosas de las que después nos arrepentimos y para las cuales ya no hay  más solución.
¨Cosas¨ importantes que en nuestro apuro no vemos.
Una adolescente amiga de mi hija le decía a su mamá que quería hablar con ella, deseaba contarle los problemas típicos de la edad que tenía, decirle que quería ser como las demás chicas, que no se sentía bien consigo misma , con su cuerpo, que se veía gordita y que la imagen que le devolvía el espejo no le permitía ser feliz. Una adolescente que soñaba con tener un título, conocer el amor, proyectar sus sueños.
Pero su mamá siempre le decía: ¿estoy ocupada no lo ves?..Así fue pasando el tiempo y con el tiempo esta chiquita fue perdiendo sus sueños, sus ilusiones y su alegría. Y un día su mamá se dio cuenta de que a su hija le estaba pasando algo, y cuando se lo preguntó, su hija contestó: ya es tarde mamá, ya no tengo nada para contarte.
Dos años después su hija moría de bulimia y anorexia.
 
Rosa.
 

Publicado septiembre 28, 2006 por rosawrosa en Revoltijo...

Un ángel que duerme en las aceras – David M.A.Martínez.   Leave a comment

 
 
 
Un ángel que duerme en las aceras.

La vida nunca había sido fácil para él, se había convertido en un transcurrir del tiempo lento y cruel. La vida se había convertido en una carga difícil de llevar pese a gran fortaleza que se tuviese.
El gran mar de transeúntes que discurría por la calle se abría, como Moisés abrió el Mar Rojo, evitando toparse con un pordiosero, a sus ojos, sentado en mitad de la acera.
La gente lo miraban con repugnancia y desprecio, niños y jóvenes se reían a su paso, madres cruzaban con sus niños de acera. Sentado en la acera, rechazado por la sociedad, visto con unos ojos que no eran capaces de comprender que cualquier día podrían ser ellos los que ocupasen su lugar.
Su corazón lloraba de tristeza. Pena y pesar se habían apoderado de su alma sumiéndola en un dolor que lo devoraba desde lo más profundo. Dos gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas, cubiertas por una espesa barba.
Sus ojos cerrados, evitando mirar su propio reflejo en los ojos de los demás, siendo incapaz de aguantar la visión que tenían de él, miraban un tiempo futuro en el que aquel tormento perpetuo no fuera más que pesadillas de un pasado borroso en la memoria y en el corazón.
Los días eran agujas clavadas en su paciencia, únicamente soportables por una férrea fe en un futuro mejor, en un paraíso prometido. Los transeúntes siempre lo evitaban como si su desgracia fuese contagiosa, cerrándole así puertas de esperanza para poder vivir el día a día.
Tras el paso de los años se había convencido de que su situación no era más que el resultado de un castigo divino, un tormento que era menester sufrir para redimirse. Sin embargo, algo en su corazón le decía que aquello no era más que un tránsito y no un castigo, que su lugar no era aquel sino que un día llegó de otro lugar y allí se quedó, durmiendo en las aceras. Era como si sus alas se hubieran caído y no recordase quien era ni de dónde venía.
Al anochecer en su nube de cartón, incontables lágrimas derramaba de tristeza y soledad, nada comprendía, no encontraba un por qué, no hallaba nada a lo que aferrarse para continuar su deambular. El dolor y la amargura se extendían como un implacable cáncer maligno, devorándole las entrañas y sumiéndolo poco a poco en un pozo al cual no entraba luz alguna, un abismo de muerte y olvido que lo llamaba con su embelesada voz en un susurro irresistiblemente tentador.
Aquella noche, en la que su espíritu flaqueaba, era fría e inhóspita. Un viento helado y cruel soplaba a través de las calles, amenazando con disipar en jirones aquella nube de cartón inestable y precaria. Una maldad arremetía contra aquel islote, lleno de sueños perdidos, hasta que terminó por ceder y precipitarse los jirones de nube arrastrados por el frío viento.
Su corazón latía cada vez más débilmente retando, tímidamente, el silencio interior de su alma congelada. El viento paró dejando nada más que silencio, congelando aquel instante con su frío mortal. La noche pasó y el sol derramó sus cálidos rayos sobre el callejón, cubierto de pedazos de lo que había sido una nube de cartón de un pequeño ángel que cada noche, tras caer el sol dormía en las aceras. No había rastro de lo que había sido de él, el viento se había llevado los últimos suspiros de un alma que regresaba al lugar del que provenía, arrastrando aquella última chispa de vida consigo hasta la eternidad.

 David Manuel Alcalá Martínez.

 

Publicado septiembre 28, 2006 por rosawrosa en Cuentos...